miércoles, 29 de mayo de 2013
Ilumíname, iluminador
A Don Juan se le quemó el pasto de su casa y no a causa del fuego, si no de la luz. Dejó por descuido una cubeta por dos días en la mima posición y ahora que la retira piensa con tristeza "¿dónde tengo la cabeza? Mi pasto perdió su verdor." Cuando Don Juan mira hacia el otro lado observa a su esposa, casi color marrón. Después de dos horas bajo el cielo, el sol la ha tostado. "Que día" piensa Don Juan "entre pasto quemado y un mal bronceado.... sólo falta que gane el América."
Lo que Don Juan no sospecha es que la piel, las plantas y muchos más objetos son llamados fotosensibles, es decir que la luz los afecta. Gracias a esta alteración en la naturaleza de las cosas -debido a la luz- es que existe la fotografía o, de una manera más precisa, registro duradero de ella. En la fotografía los materiales fotosensibles más utilizados son generalmente compuestos químicos derivados de la plata. Un ejemplo es el bromuro de plata o haluro. El papel fotográfico es emulsionado con esta sustancia y ¡tarán! Don Juan es capaz de capturar el momento en el que su esposa color carbón tropieza con la cubeta que estropeó el pasto. Don Juan ríe con sinceridad, ¡que maravilla es la fotosensibilidad!
Lo que Don Juan no sospecha es que la piel, las plantas y muchos más objetos son llamados fotosensibles, es decir que la luz los afecta. Gracias a esta alteración en la naturaleza de las cosas -debido a la luz- es que existe la fotografía o, de una manera más precisa, registro duradero de ella. En la fotografía los materiales fotosensibles más utilizados son generalmente compuestos químicos derivados de la plata. Un ejemplo es el bromuro de plata o haluro. El papel fotográfico es emulsionado con esta sustancia y ¡tarán! Don Juan es capaz de capturar el momento en el que su esposa color carbón tropieza con la cubeta que estropeó el pasto. Don Juan ríe con sinceridad, ¡que maravilla es la fotosensibilidad!
martes, 28 de mayo de 2013
De diafragmas, obturadores y demás maravillas modernas… o no tan modernas.
Hola, soy yo una vez más. Que retumben los tambores y
acomoden las luces, ¿ya prendieron el micrófono? Uno, dos, tres… uno, dos,
tres. Hola, soy yo, la cámara fotográfica. Hoy hablaré de algo muy importante,
indispensable para tu felicidad y mi salud: el diafragma. Primero que nada, si
deseas comparar mi diafragma con tu diafragma (esa cajita cerca de los pulmones
que te sirve para cantar) o con el
método anticonceptivo (aquella cosa que luce dolorosa) mejor no… ni abras la
boca. Me deshonras, querido fotógrafo. A nosotras, las cámaras, nos gusta hacer
una comparación con la pupila (el tierno circulito del ojo que se abre y cierra
dependiendo de la luz) porque modula la cantidad de luz que entra a nuestro
cuerpo y que viaja hasta la película. Es una abertura modulable y sí, mi vida
está en tus manos ya que tú eres el modulador.
Un diafragma luce así:
Y se ubica aquí:
Ahora bien, el diafragma humano sirve para modular la voz y
cantar bien; el diafragma anticonceptivo evita domingos 7; y el diafragma de la
cámara permite pasar la luz… ¿para qué? La respuesta más sencilla es: para
controlar la profundidad de campo y hacer planos.
La profundidad de campo es la distancia que separa a los objetos más alejados y más próximos que aparecen enfocados en una fotografía.
En cualquier objetivo:
"A menor abertura del diafragma mayor profundidad de campo."Los planos son las partes de la fotografia con mayor peso. El diafragma nos permite enfatizar planos así existen dos: primer plano y medio plano. El primer plano es mayormente utilizado en retratos, el plano más cercano al camarógrafo será nítido. El medio plano se ubica en el área central.
Para facilitarte la vida y formar un buen equipo yo dispongo
de una escala de aperturas de diafragma. A cada abertura le corresponde un
número y le llamaremos “f”.
Recuerda estas reglas, si es necesario tatúatelas en el
antebrazo:
· Del número f más pequeño hasta el 4 serán primer
plano
· Del 5.6 al 8, plano medio y
· Del 11 en adelante, profundidad de campo infinito.
Los números intermedios están entre aquí y allá. Digamos que
aún no se deciden a qué equipo de football le van. Por ejemplo un f/5 podría
bien ser un primer plano pero está saltando a
las aguas del plano medio. Si fuera f/4.5 se le consideraría primer plano
porque está más cerca del f/4 que de f/5.6.
Si estás confundido, intranquila… respira. Ya lo dominarás.
Cómete un chocolate (cuidado con los dedos, la ansiedad es canija) y ahora,
siguiente tema: el obturador.
Querido amigo, levanta tus manos hasta la altura del rostro.
Acerca los dedos hasta los ojos –no te los piques- y siente tus párpados.
Ábrelos. OYE, tss, tsss…. ¿Ya? Tocaste
tus obturadores o bueno, el referente humano al obturador en la cámara
fotográfica. El obturador se encarga del tiempo. Es un dispositivo mecánico
parecido a cortinas que se abren y cierran. Una vez más tú lo controlas.
¿De qué nos sirve el tiempo en la elaboración de una foto?
Imagínate esto. Estás observando la pantalla de la computadora y de repente una
rana amarilla da tres brincos frente a ti –ya, ya que es un ejemplo raro pero
seguro te ayuda- Tus párpados estuvieron abiertos 2.7 segundos en los cuales la
observaste cruzar por el teclado. Imagina
que del tiempo total solo tomas un segundo. En ese segundo viste la rana
y medio salto. Ahora imagina el medio salto de la rana en una foto. ¿Cómo se vería?
¿Estática? No, ¿verdad? Realmente imagina que metes un segundo de observación
en una foto. En ese segundo hubo un movimiento y eso se notaría en la foto, a esto
se le llama barrido, es el registro del destello de la luz. El objeto no es
totalmente nítido. Si en la foto que imaginas todo luce barrido entonces
simplemente se llama barrido pero si imaginaste la rana barrida y el fondo
estático entonces tu imaginación creo un barrido de sujeto.
Regresemos a los 2.7 segundos de la rana pero ahora estira
más tu imaginación y toma .3 segundos. La rana está en el aire. En ese tiempo
tan pequeño solo cabe un pedazo del salto. Si registramos esos .3 segundos en
la foto entonces obtendremos una rana estática, una rana congelada. Ese es el
término empleado en Fotografía y los congelados mayormente son utilizados para
registrar deportes donde todos los movimientos son muy rápidos. Si la la rana
la imaginaste congelada y lo demás borroso entonces hay dos maneras de llamarlo
según la técnica: paneo de cámara si moviste la cabeza/cámara junto con el
sujeto; o entorno borroso si tú como fotógrafo te hallabas en la misma línea de
dirección de la luz.
Para eso sirve el obturador: para controlar el tiempo de
apertura y con eso captar barridos y congelados.
¿Dónde se encuentra? Depende de la cámara. La Reflex lo
tiene dentro del cuerpo, frente a la película y este obturador es llamado de
plano focal. Si la cámara es de visor directo –como las pocket- el obturador se
llama central y está dentro de la lente.
Así como el diafragma, el obturador también posee una escala.
Para designar la velocidad utilizamos fracciones: 1/15, 1/125, etc. Indican
fracciones de segundo. El tiempo más extenso de apertura es llamado bulbo y esa
palabra aparecerá en mi pantalla o en el visor cuando llegues a ella. Querido
amigo, te diré tres reglas sencillísimas (utiliza el otro antebrazo) que te convertirán
en un semidios de los barridos:
De bulbo a 1/30 (preferentemente 1/15) se logran barridos.
De 1/60 a 1/125, fotos estándar.
De 1/250 a 1/el infinito y más allá, congelados.
Tal vez tu cabeza sigue asimilando la información o tal vez
sigues imaginando la rana fosforescente. No te angusties, la mejor manera de
entender acerca de diafragma y obturador es tomándome y manipulándome. No
tengas miedo que yo me dejaré querer siempre y cuando prometas practicar mucho
y cuidarme. Deja de leer, te estoy esperando.
"Nacidos en el burdel" para el mundo, "Nacidos para ser fotógrafos" para mi
Existen aquellos con cámaras fotográficas en el celular, el
bolsillo del pantalón, en el reproductor de música… vaya, hasta en el bolígrafo
cargan con una cámara y sin embargo, no consiguen una buena foto.
Por el otro lado, dentro de la compleja variedad de seres
humanos encontramos los fotógrafos. Son seres ingenuos e imaginativos; crudos y
realistas. Uno pensaría que se despiertan muy temprano y regresan hasta la cama
hasta muy noche. Yo creo que no van a dormir. Viven conscientes del mundo que
gira a su alrededor, siempre alertas con un dedo cerca del disparador. Los
fotógrafos no aguardan porque saben a ciencia cierta que si esperar demasiado aquel
segundo dorado se esfumará. Digamos que los fotógrafos tienen un pacto secreto
con las fuerzas místicas de nuestro planeta y también con las meteorológicas.
Sienten cosquillitas cada vez que se avecina una luna gorda y blanca; o su
cuerpo gira sobrio su propio eje y los ubica frente a una situación social
digna de reconocimiento. A veces parecen espías con la cabeza conectada a la
cámara, observando todo desde un visor, intentando no temblar, guardando el
equilibrio con el peso extra que les cuelga del pecho y siendo cautos para no
emocionarse de más y gritar “¡qué belleza!” si no acomodarse en el ángulo
adecuado y dejar que la belleza hable por sí misma.
Esa es la mejor definición que conozco de un fotógrafo y
aunque no esté completa ilustra muy bien el espíritu entregado y aventurero de
estos seres. Pues bien, en el 2004 el mundo fue testigo de un documental que no
necesita definiciones o muchas palabras porque en el sí aplica la famosa oración
“una imagen habla más que mil palabras.” La fotógrafa Zana Briski viajó a la
India con la idea de documentar la vida en los burdeles del distrito rojo de
Calcuta, sin embargo, no se imaginaba que su proyecto daría un giro dramático
debido a los niños de la zona. Son ellos los protagonistas de este documental:
ocho niños con cámaras en sus manos.
Zana se las otorga junto con clases de
Fotografía pues ella está interesada en el resultado del experimento. ¿Y qué sucedió?
Un viaje increíble de auto descubrimiento, lucha y pureza. Fotos divertidas,
asombrosas, crudas, bellas, que nos dejan sin palabras. Como espectadores
observamos las difíciles vidas de todos ellos: hijos de prostitutas,
drogadictos, vendedores ilegales; niños obligados a trabajar desde muy temprana
edad. En un mundo donde el término “esperanza”
no existe, estas personas –Avijit, Gour,
Kochi, Manik, Puja, Shanti, Suchitra y Tapasi- nos muestran su perspectiva, su
manera de ver la vida y sus almas a través de sus fotos.
El grupo de fotógrafos de la maestra Zana se apasiona con sus clases, escapan de sus crueles realidades al tomar la cámara. Están dispuestos a capturar los fantasmas del pasado y mostrar al mundo quiénes son y cómo son. La enseñanza del documental es la definición de fotógrafo y saber que aquél que capture al mundo basándose en su corazón necesita muy poco de teoría.
Por cierto, si después de ver el documental están
interesados en el futuro de nuestros pequeños grandes héroes éste es el link de
la página Kids with Cameras. Es la organización de Zana Briski fundada en 2002.
El mismo proyecto se repitió en otras ciudades con resultados espléndidos pero
¡venga, mejor no leas más e ingresa a la página! Te aseguro que sonríes…
Cuando una cámara dispara se crean nuevos mundos.
domingo, 26 de mayo de 2013
sábado, 25 de mayo de 2013
jueves, 23 de mayo de 2013
miércoles, 22 de mayo de 2013
martes, 21 de mayo de 2013
Soy más de lo que ves
Hola querido lector. Soy yo, la cámara fotográfica. Antes de
comenzar a entablar una afable amistad entre usted y yo quisiera comentarle
algo: usted compró una cámara para tomar bellas fotografías, sin embargo, haberme
adquirido no lo convierte en fotógrafo. Si esto se ha entendido podemos,
entonces, proseguir. No tenga miedo. ¡Pálpeme! Después de todo usted y yo
seremos uno solo. Coloque mi correa alrededor de su cuello y prepárese para la
mejor aventura de su vida: captar la belleza de lo que nos rodea. ¿Está listo?
Ahora sí, déjeme le explico…
1) Ese curioso peinado es llamado zapata caliente.
No lo utilizo por moda si no para acomodar el flash.
2) Aquél es el rebobinador, adelanta el rollo. Nunca
intentes rebobinarlo si aún no se acaba el rollo… al menos que desees una doble
exposición.
3) Dentro de esta especie de trapecio se encuentra
un sistema de cinco espejos llamado pentaprisma. Más adelante te explicaré para
que funcionan tantos espejos, no es vanidad. 4) Anillo, herramienta clave para el enfoque.
5) A este se le llama disparador automático. Los
vanguardistas le dicen temporizador.
6) Anillo de obturación: fija las velocidades con las
que se abre y cierra el obturador. A mayor velocidad, menor luz y viceversa.
7) En la parte trasera está el visor que como su nombre
indica nos permite visualizar la imagen. El visor es el elemento más poético, decide
que inmortalizaremos.
8) La lente, es niña y delicada.
Ahora sí, mi pequeña colección personal de espejos: el
pentagrama. Como usted y yo bien sabemos, la luz viaja en línea recta. Entra
por la lente, atraviesa el diafragma y rebota contra un espejo posicionado a 45°, la luz sube y sigue
rebotando en 5 espejos más. Por eso es que el visor y la lente a pesar de estar en distintas alturas
muestran la misma imagen. ¿No es impresionante?
Querido lector ahora no eres únicamente un mundano lector si
no mucho más. Ahora es usted mi amigo y socio en la difícil y majestuosa labor
de la Fotografía. Me conoce muy bien -por dentro y fuera- literalmente, estoy
en sus manos. Cuídeme…
¡Que comience la diversión!
Dios vio que la luz era buena y...
Muchas cosas no serían posibles sin la luz: la fotosíntesis,
los sexy bronceados y la fotografía. La última utiliza a la luz de la misma
manera que el pintor a la pintura. Como los físicos explican, la luz es una
energía emitida en ondas y transmitida en línea recta. Esta energía altera la
naturaleza de los entes que ilumina y dependiendo del material de estos puede
actuar de distintas maneras.
El objeto opaco bloquea aproximadamente el 70% de los rayos
de luz; el transparente es atravesado; el texturizado refleja la luz de manera
difusa; y el pulido refleja perfectamente la luz.
Dentro de la teoría del color existen unos llamados luz y
otros llamados pigmento. Los primeros (rojo, verde y azul) son los producidos
por las radiaciones luminosas y los segundos (cyan, magenta y amarillo) se
crean sumando los colores luz.
Le llamamos mezcla aditiva a la suma de los colores luz para
formar el blanco y la mezcla sustractiva a la resta de colores luz en los
pigmento para formar el negro.
Los colores aditivos son utilizados en pantallas y cámaras, se les conoce como RGB por sus siglas en inglés.
El fotógrafo debe comprender el comportamiento de la luz
para lograr trabajar con ella. La luz, nuestra pintura, determina la percepción
y forma de los objetos así como el volumen. Un ejemplo es el fenómeno de la refracción o
cambio de dirección de la luz.
En esta imagen se aprecian los distintos índices de
refracción del agua y el vidrio por lo cual la modelo luce deforme.
El principio de refracción es utilizado en las lentes de la cámara
fotográfica. Si utilizamos varias de ellas nuestra imagen será más clara.
Los principales
tipos de lentes son:
También llamadas biconvexas y bicóncavas, respectivamente.
Es importante entender la naturaleza de la luz pero, sobre
todo, lo más importante es apreciarla y saber capturarla, permitiéndole ser
nuestra guía y no buscar dominarla... después de todo el Génesis afirma que Dios vio que la luz era buena.
miércoles, 15 de mayo de 2013
La magia de dibujar con la luz
Y bien… ¿qué tienen en común un turista japonés, un celular
moderno y los mercados de antigüedades? ¿No? Piensa otra vez. Es un distintivo
en el turista, ahorra tomar apuntes a los alumnos y encontrarás muchas
variedades en el mercado, sirven como decoración. ¿Ya? Venga, que la respuesta es la cámara
fotográfica. ¡Ah, sí! La fotografía, más ¿te has puesto a pensar en cómo empezó
todo? ¿Cómo se le ocurrió a alguien capturar un momento en la historia sólo con
un botón? Más allá ¿quién descubrió como evidenciar que la luz también dibuja?
La palabra fotografía proviene de los vocablos griegos phos
y graphein; el primero significa luz y el segundo dibujo. Por lo tanto fotografía
significa “dibujar con luz” y ciertamente lo es.
La primera fotografía la tomó el señor Joseph Nicéphore Niépce
en 1826. La imagen muestra la vista desde la ventana de su ático. Posiblemente,
no el más poético escenario pero el invento fue algo grandioso. Niépce se
interesó bastante en la obtención de imágenes por medio de la luz sobre
materiales sensibles. Después de varias pruebas, dedujo que el betún de Judea
(barniz asfáltico) sobre cristal con aceites fijaría la imagen. ¡Voila! Hoy en día
el barrio de Niepce es bien conocido.
Sin embargo, este proceso no era el adecuado. Hubo alguien más
que decidió acercar la heliografía a la audiencia: Louis Daguerre. Fue paisajista
y diseñador teatral y en 1829 se unió a Niepce en sus aventurados esfuerzos por
dibujar con luz. El colega de Louis falleció en 1833 y curiosamente, dos años
más tarde Daguerre inventó el daguerrotipo y el gobierno francés lo compensó
con una pensión vitalicia de 6,000 francos. La leyenda urbana cuenta que
Daguerre descubrió –por accidente- que las imágenes “dibujadas” en placas de
yoduro de plata y expuestas a vapor de mercurio se revelaban más rápido al
dejar su placa de experimentación dentro de un armario con un termómetro roto
pegado a la pared. Sea o no cierto el proceso era más mundano. No había
necesidad de esperar frente a la cámara durante seis horas sin dejar de sonreír
pues el calotipo, que es el nombre del prototipo de Niepce, tardaba ese tiempo
en crear la imagen. El daguerrotipo, por el contrario, era un asunto de 15 a 30
minutos de duración.
Cerca de Francia, en Viena, el húngaro Joseph Petzval logró
reducir el tiempo radicalmente pero su nombre no es tan importante como el
siguiente señor: el científico, lingüista y ex miembro del Parlamento, William
Henry Fox Talbot. Este inglés consiguió un auténtico logro al crear el primer
proceso práctico que hacía el número de copias deseado, la fotografía se
registraba en un negativo pequeñísimo.
Pero, como si de una carrera se tratara, en 1851 otro hombre
se acercaba a la meta. Su nombre: Frederick Archer. Su descubrimiento: el
colodión húmedo que dejo atrás al calotipo y daguerrotipo. Su sistema de placa
de cristal con nitrocelulosa y yoduro soluble (masajéense las sienes si
continuarán leyendo) era más complicado e impráctico pero los resultados eran
mucho mejores. Con esto nace la fotografía de actualidad con las imágenes de la
Guerra de Crimea o la Guerra Civil Americana. Mas, en 1871 fue Richard Maddox
quién se adjudicaba el primer lugar al utilizar gelatina como soporte del
bromuro de plata. En términos humanos sus placas no necesitaban ser recubiertas
antes ni reveladas inmediatamente después. La cámara fotográfica se acercaba a
los mortales. El mercado se
atiborraba con varios diseños, tamaños y formas.
Así también surgían fotógrafos arriesgados como el francés Nadar, pionero en fotografías
en globo aerostático y también bajo el suelo; Henry Robinson que sentó los
principios de composición y efectos de luz; Oscar Rejlander, sumo sacerdote de
la fotografía elaborada; Alfred Stieglitz, fundador de la Photo Secesion,
movimiento que dignificaba el arte fotográfico; o Robert Demachy, influenciado
por el impresionismo de Degas.
Ahora bien, no podemos olvidar el nombre de alguien más. El
creador del slogan “Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto”, el hombre
que logró vender cámaras modelo Brownie a un dólar, el filántropo americano que
escuchó la palabra “Kodak” al oprimir el obturador: George Eastman. Este
personaje puso las cámaras fotográficas al alcance del público. Junto con
William Walker, diseñó un accesorio porta películas con papel emulsionado para
24 exposiciones. Sin embargo el deseaba ir mas allá, anhelaba limitar la tarea
del fotógrafo a fotografiar y nada más, olvidarse del revelado. En 1888 lanzó
al mercado la primera de tantas cámaras, la Kodad que era una cámara con rollo
integral. Empezó la revolución. Eastman alcanzo el éxito. Nació la fotografía
moderna.
“Una fotografía era tan vulgar como una cajetilla de cerillas”afirmó el triste fotógrafo Alvin Langdon alguna vez y aunque no era del todo cierto, la verdad es que cualquiera podía tomar fotos.
El proceso era sencillo. El cliente enviaba su cámara a la
empresa de Eastman ubicada en Rochester, Nueva York y posteriormente recibía un
paquete con 100 copias montadas en cartulina y un rollo de película recargado. ¡Bravo!
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